miércoles, 26 de mayo de 2010

Lamentable espectáculo de circo romano





No tengo palabras para describir la situación acontecida en el
Senado en la tarde de ayer. Tal vez la mejor palabra sea “lamentable”, y me quedo corta. La cosa parecía ir normal hasta que el portavoz del PP, Pío García Escudero, pidió a Zapatero la dimisión:Deje de ser el obstáculo para salir de la crisis y, si le queda un ápice de dignidad política, convoque ya elecciones. El presidente agradeció con ironía la “constructiva intervención” de García Escudero, y pronunció lo que sería el detonante del triste espectáculo: Les agradezco la sinceridad. Si quedaba alguna duda, lo han dejado muy claro: no les preocupa la crisis, les preocupan las elecciones.

Ahí, entre los primeros gritos del PP, aún se oía a Zapatero decir: Perdieron las de 2004, perdieron las de 2008 y perderán las próximas elecciones. Las ministras Carme Chacón y Trinidad Jiménez, mientras Zapatero tomaba asiento, se levantaron y comenzaron a aplaudir, seguidas por los demás senadores socialistas. En ese momento, los populares comenzaron a gritar: ¡Zapatero, dimisión!, ante la sonrisa de María Dolores de Cospedal. Los socialistas contestaron entonces con el grito de ¡Gürtel!, mientras Leire Pajín intentaba acallarlos.

Sin duda, y como he dicho al principio, no tengo palabras. Se trata de un espectáculo tan lamentable que no creo que haga mucha falta comentar, pues supongo que todos tendremos la misma opinión: ¿Qué pasa con esta democracia? No es por nada, pero para estar así, vamos los ciudadanos, tomamos las dos Cámaras y decidimos, porque, además de tener más o la misma idea que tienen ellos sobre cualquier asunto, seguro que conseguimos salir de la crisis.

Este circo no se puede permitir, porque esos señores (tanto unos como otros) viven de nuestro dinero y me parece una vergüenza que monten ese escándalo pueril y de patio de colegio en el Parlamento. Zapatero está enfadado. Zapatero está nervioso. ¡Pues que se vaya! O que solicite una cuestión de confianza. No, no lo hará. Se quedará hasta el final sin hacer nada, o cuando lo hace, errando completamente.

Por otra parte, para una oposición así es mejor que no haya. Criticar sin proponer. “Tú eres tonto”. “No, tú más”. “No, tú”. En fin. Estoy un poco harta de tantos juegos y palabrería absurda. Si quieren quitar al presidente, que lleven a cabo una moción de censura o que se callen la boca. Pero lo que no pueden hacer es pedir la dimisión con golpes en la mesa y entre risas en el Senado, como ayer… Y los otros encima responden. De vergüenza.


FUENTE: Generación Sin

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