sábado, 5 de junio de 2010

Macabro recordatorio




Han pasado unos cuantos años, pero a la vez parece que fue ayer, porque todo sigue igual. Y ya nadie se acuerda, o no quiere acordarse. Por eso escribo esto, para recordar los años del terror que vivimos y aún estamos viviendo aunque cerremos los ojos porque ya no hay repercusión mediática, excepto cuando sucede algo “muy importante” y las cámaras vuelven a acudir allí. Hablo de hace 9 años, y 7 años. Concretamente del 7 de octubre de 2001 y del 20 de marzo de 2003. ¿Ahora ya os suena de algo?

Sí, hablo de la invasión de Afganistán y la de Irak respectivamente. ¿Os acordáis? 11 de septiembre de 2001. Caen las Torres Gemelas de Manhattan a consecuencia de un atentado de Al Qaeda, encabezado intelectualmente por Osama Bin Laden, que es un tema aparte porque de repente ya no se habla de él. ¿Ha dejado de ser aquel terrible terrorista que iba a acabar con la paz mundial y por el que íbamos a morir todos? Se ve que ha colgado los hábitos de terrorista y se ha dedicado a vivir en una casita cerca de la playa observando el amanecer cada día.

Bueno, sigamos con el tema. Estados Unidos encuentra en esos atentados la excusa perfecta para entrar en Afganistán, cosa que llevaba deseando hacía tiempo, pero necesitaba, como siempre, una excusa. Y la tuvo. El 7 de octubre de 2001, las tropas estadounidenses entran en el país asiático a destajo, como siempre. El objetivo principal es encontrar a Bin Laden, y el siguiente, poner “paz” en el país, donde gobiernan los Talibán. Y ellos, cómo no, se sienten los salvadores del mundo, que tienen que poner paz donde sea, porque son ellos los “elegidos”. Bien. Consiguen acabar con el régimen con el apoyo incondicional de la UE, la OTAN y la ONU (cómo no) e imponer a Hamid Karzai, un presidente “provisional” que ponen ellos. Provisional, sí, durante tres años, pues hasta 2004 no se convocaron elecciones. Actualmente sigue siendo él el presidente, tras haber sido reelegido. Sin embargo, Afganistán sigue estando ocupada por tropas de la OTAN (incluida España), porque según ellos “aún no hay paz”. Claro, y piensan que nos lo vamos a creer. Lo mejor de todo es que hace tiempo dijeron que Bin Laden se perdió por Pakistán… Y de repente ahora tienen interés en entrar a ese país. Pues nada, a destrozar vidas y países, que es lo suyo.

Por otra parte, Irak está un poco más reciente. Ya sabéis la historia. Básicamente, el presidente George W. Bush atacó Irak el 20 de marzo de 2003 con la excusa de que Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva, y claro, Estados Unidos era quien debía intervenir, siempre salvando el mundo. Bueno, hubo guerra. Una terrible guerra que acabó el 1 de mayo del mismo año. También con el respaldo de la OTAN y la UE (sobre todo Tony Blair, de Reino Unido; y nuestro José María Aznar). La ONU lo condenó, diciendo que era una “guerra ilegal”, pero no hizo nada. Y esto de la “guerra ilegal” siempre me ha hecho mucha gracia. Como si las demás guerras no lo fueran, y fuese perfectamente legal matar gente, niños, mujeres, ancianos… civiles al fin y al cabo. En fin, el final lo conocéis: Saddam Hussein en la horca, el 30 de diciembre de 2006. Pero desde luego, lo mejor de toda esta historia era que no había armas de destrucción masiva. Bueno, una vez más, la excusa perfecta, aunque sea falsa.

En fin, sólo quería hacer un recordatorio de todo esto. Porque no ha acabado, porque mientras Estados Unidos sean “los buenos” para el resto del mundo, podrán seguir haciendo las barbaridades que hacen, y la gente se lo seguirá creyendo. Podrán seguir invadiendo países a su antojo. Ayer fueron Afganistán e Irak, pero en cualquier momento puede… de hecho, estoy segura, van a ser Irán, Pakistán o Siria. Irán el primero, bajo la excusa del “uranio enriquecido para fabricar una bomba nuclear”. Vale, y digo yo… ¿y qué? ¿No tiene acaso Estados Unidos una bomba (o más) y nadie le dice nada? ¿Qué pasa, son los únicos que pueden tener armas? Y lo mejor de todo es que la gente confía en ellos, la gente les cree. La gente piensa que tienen razón al invadir países porque son “terroristas”. Yo más bien diría que son “resistencia”. Es lo que intentan hacer también con Palestina. Israel son los buenos.
En fin, no hay peor cosa en el mundo que el terrorismo aceptado, el terrorismo “legal”, el
terrorismo de Estado.

FUENTE: Generación Sin

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