martes, 30 de marzo de 2010

Cuando se defiende lo indefendible



La institución más poderosa del mundo está siendo salpicada por, posiblemente, el peor delito del que se puede ser acusado: el abuso a menores, a niños inocentes. Sí, la opulenta Iglesia Católica. Y sí, aquella institución que pide caridad y amor a los fieles ha llevado demasiado lejos este último concepto. Y ha traspasado la frontera: de amor a obsesión; de obsesión a violación. Lo que quiere ignorar la Iglesia es que la violación es un delito. Hablan del aborto: sí, el aborto puede ser pecado, pero es un derecho. Sin embargo, el abuso sexual es un delito. Y si de pecado hablamos, también lo es: estos señores con sotana y entrados en carnes pecan de lujuria. ¿O no? ¿Acaso no es lujuria desear otro cuerpo? Tal vez. Pero la lujuria sólo es peligrosa cuando se convierte en obsesión y, como consecuencia, en abuso. ¡Y a un niño! ¿Dónde quedaron sus predicaciones de cuidar a esos pequeños inocentes? Hipocresía es lo que corre por sus venas.

Pero la Iglesia ahora mismo se ha metido en un buen berenjenal. Cuando los medios de comunicación toman cartas en el asunto e insisten, pueden hundir a quien sea. Y ojalá. Ya va siendo hora de que tantos siglos de hipocresía y poder corrupto e ilógico vayan cayendo.
Pero es que para colmo el "representante de Dios" en La Tierra, el Papa Benedicto XVI, tiene la poca vergüenza de pedir el perdón para los pecadores, y encima aludiendo a una frase de Jesús en la Biblia:
"El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra". Pero para esta situación deberían haber utilizado más bien la que dijo Jesús -según el evangelio de Mateo- refiriéndose a quien osara hacer daño a un niño: "Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar".
¿Por qué no recuerdan esta "santa frase" los curas? ¿Acaso no están ellos entonces condenados al infierno por sus terribles actos? ¿Por qué utilizan las frases de la Biblia a su antojo y según les conviene? Lo mejor es atacar con sus propias armas, así que sólo me queda decir que Jesús vino a decir, por si no quieren entender, que aquel que hiciera daño a un niño nunca entraría en el "Reino de los Cielos". Pues bien, teóricamente todos estos sacerdotes que han salido ahora a la luz por casos de abusos a menores deberían estar privados de ese Paraíso del que hablan. Aunque claro, supongo que incluso Dios podría aceptar un buen cheque.

lunes, 22 de marzo de 2010

"El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra"

Os dejo con la columna de Ignacio Escolar de hoy en Público, muy interesante. Y es que cada día alucino más con esta gente, esto ya es defender lo indefendible.



POR SUS PALABRAS LOS CONOCERÉIS - Ignacio Escolar


Palabra de dios y, en su nombre, de sus representantes en la Tierra.

Bernardo Álvarez, obispo de Tenerife: “Hay adolescentes de 13 años que son menores y están perfectamente de acuerdo y, además, deseándolo. Incluso si te descuidas, te provocan. Esto de la sexualidad es más complejo de lo que parece”.

Walter Mixa, obispo de Augsburgo: “Los abusos son en parte fruto de la revolución sexual”. “Los cargos responsables en la Iglesia se adaptaron demasiado al espíritu de la época, que propagaba la resocialización en lugar de la cárcel”.

Silvano Tomasi, arzobispo y observador permanente del Vaticano en la ONU: “Dentro del clero católico, sólo entre el 1,5% y el 5% de los religiosos ha cometido actos de este tipo”. “No se debería hablar de pedofilia sino de homosexuales atraídos por adolescentes. No son pedófilos, sino efebófilos”.

Antonio Cañizares, cardenal y presidente de la Congregación del Culto. “Nos atacan para que no se hable de dios; peor es el aborto”. Del mismo teórico: “No es comparable lo que haya podido pasar en unos cuantos colegios con los millones de vidas destruidas por el aborto”.

Alfonso Carrasco Rouco, obispo de Lugo. “La naturaleza humana es débil, frágil y tiende al pecado”. Su tío, Rouco Varela, no dice nada, pero una sentencia del Tribunal Supremo, sí: el Arzobispado de Madrid, que dirige monseñor, fue condenado por encubrir a un cura pederasta.

Pero la cita que lo resume todo es de ayer y llega de Roma. Del propio Papa, Benedicto XVI: “El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra”. Y tiene razón. ¿Quién no ha abusado sexualmente de un menor alguna vez? ¿Quién no ha dirigido una organización que ha encubierto a pederastas en su seno durante siglos?